María Magdalena en los mass media españoles

Viernes, 29 de enero. Un día para recordar. El día en el que la figura de María Magdalena ocupó espacio en dos importantes medios de comunicación españoles: Onda Cero y Cadena Ser. Nunca pensé que oiría a Pepa Bueno, directora y presentadora de Hora 25, preguntar, en el tramo de prime time de su programa, por qué María Magdalena había sido ocultada por la iglesia católica y por qué había sido considerada injustamente como una prostituta. Para contestar a estas espinosas preguntas tenía enfrente a Margarita Pintos, teóloga feminista, y a Cristina Fallarás, autora de la novela recién salida al mercado “El evangelio según María Magdalena”. De hecho, esta obra, publicada el pasado 21 de enero, es la que ha hecho que, al menos por unos días, María Magdalena saliera de los medios digitales que abordan la espiritualidad y los temas místicos y esotéricos para situarse en los mass media. Sin duda, una señal más de que, en la Era de Acuario, muchas antiguas verdades serán reveladas.

No puedo entrar a valorar la “novela” de Fallarás porque no la he leído, pero, basándome en sus entrevistas para medios escritos y audiovisuales, intuyo detrás un interés genuino por adentrarse en el papel de la mujer que estuvo siempre al lado de Jesús. La escritora zaragozana describe su obra como una “novela económica” y en ella reivindica el rol sustentador de Magdalena, una mujer que, afirma, era rica e independiente y que, durante la trama de ficción, se erige en una revolucionara que quiere acabar con todo lo establecido en la época.

No intuyo, sin embargo, nada que refleje su misión espiritual al lado de su amado y compañero, ni nada que mencione su liderazgo como pastora de ese nuevo camino que iniciaron juntos los dos amados. Fallarás dice que ha utilizado el evangelio de Marcos para narrar la vida de Jesús, pero desde los ojos de María Magdalena. Se queda en la visión feminista y resalta la vil eliminación de las mujeres de la historia del cristianismo que ha practicado el patriarcado. Economía y sexo, esas son las razones que aduce la autora.

Lástima que no llegue a la verdad sagrada, pero quizás a ella sólo le corresponda poner a María Magdalena en primera fila. Ya otras y otros nos ocupamos de mostrar las enseñanzas del Camino del Amor que el cristo femenino trasmitió durante su vida, primero junto a su esposo, y, luego, como la líder de ese movimiento espiritual que resurge ahora, dos mil años después.

Bendiciones.

Helena Felipe