La gran pecadora. Así ha pasado a la historia la figura de María Magdalena, gracias a los primeros padres de la Iglesia que, en el siglo IV, decidieron dejar fuera del Nuevo Testamento los testimonios escritos que dejaban constancia de su importante papel como esposa y amada de Jesús, como sucesora de sus enseñanzas y como apóstol de apóstoles.
Sin embargo, el gran y único pecado de Magdalena fue ser un espíritu libre que rompió con las reglas del judaísmo recto y limitante en el que nació y se crió.
Desafió las estrictas normas que regían en tiempos de Judea y rechazó un matrimonio concertado. Se alejó de su familia para iniciar el camino que le dictaba su corazón y seguir los pasos de Jeshua como mujer independiente.
Su inteligencia, sabiduría, personalidad magnética y capacidad para atraer a quienes la escuchaban le conferían un poder que, los hombres de la época y los padres de la Iglesia, consideraban peligroso. Entendían que podría dominar al maestro, al hijo de Dios.
Magdalena se mostraba segura ante los hombres y tenía cualidades de dirigente. Gozaba de autoridad y le sobraba entusiasmo. Además no le importaba el qué dirán, así que no concedía energía a las habladurías.
Rompió con las convenciones y normas patriarcales de la época para seguir su intuición, la voz del alma que reside en el corazón. Ella era un ser libre. Ese fue su pecado.
Helena Felipe
Genial Helena. En mi juventud también fuí una de esas Maria Magdalena de aquellos tiempos. Sentí el desprecio y rechazo por todos, mi familia, amigos y seguí a la persona que hoy sigo amando, nada ni nadie podrá destruir un amor que día a día crece después de 43 años, y algunos me llegaron a tratar como a María Magdalena en su tiempo. El Amor y el cariño está por encima de las malas lenguas y la envidia.
Y solo seguías a tu corazón, Puri. Enhorabuena por ser un espíritu libre y amoroso. El Universo te ha bendecido por ello.
Que bonita visión de este capítulo de la biblia, nuevo testamento. Me encanta esta interpretación!
Uge, esta interpretación es la que yo siento como VERDAD, y poco tiene que ver con el Nuevo Testamento que, lamentablemente, poco y mal refleja a María Magdalena. Muchas gracias por tu comentario.
Muy bueno, Helena.
Gracias por compartir tu pasión
Buen texto Helena! Muchas mujeres a lo largo de la historia han sido acusadas del mismo «pecado». Y aún hoy las mujeres realmente independientes pagan un precio por serlo.