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Dejando para el final el paseo tur\u00edstico entre la multitud de tiendas de suvenirs,<\/em> nos dirigimos hacia la espectacular bas\u00edlica de estilo rom\u00e1nico-g\u00f3tico de Saint Nazaire. Como toda iglesia con roset\u00f3n, lo que all\u00ed se respira es energ\u00eda femenina, pese a la advocaci\u00f3n del templo a Saint Nazaire. Su colecci\u00f3n de vitrales es de una belleza suplime, pero cada rinc\u00f3n es a\u00fan m\u00e1s digno de alabanza. Mi alma detiene mi cuerpo ante una bell\u00edsima Santa Anna, abuela de Yeshua, mujer de alta sabidur\u00eda y maestra esenia, y ante una imponente Juan de Arco, la omnipresente Juana de Francia.<\/p>\n\n\n Guiados por otra sabia mujer, mi hermana mayor, seguimos la pr\u00e1ctica tao\u00edsta de entrar a un templo por su canal central y detenernos a la izquierda o a la derecha frente al altar. All\u00ed, los cuatro sentados, pudimos impregnarnos de la suave y pac\u00edfica energ\u00eda femenina de esta maravillosa bas\u00edlica y deleitarnos con los rayos que se filtraban por sus m\u00e1gicas vidrieras.<\/p>\n\n\n\n Entre tanto movimiento alrededor, pudimos entrar en la calma precisa para recibir: \u00abCada c\u00f3digo aqu\u00ed anclado te lleva a experimentar la conciencia cr\u00edstica en unidad. Cada c\u00f3digo aqu\u00ed encriptado le habla al que mira, al que escucha, al que est\u00e1 en silencio, al que desea ir m\u00e1s all\u00e1, m\u00e1s alto, m\u00e1s all\u00e1 de la contemplaci\u00f3n\u00bb.<\/p>\n\n\n\n Tras un escueto y fr\u00edo paseo entre turistas, seguimos la ruta hacia la aldea que nos servir\u00eda de nexo entre los tres pueblos del tri\u00e1ngulo esot\u00e9rico de Occitania: Coustoussa.<\/p>\n\n\n\n De nuevo llegamos con la luz del atardecer, esa luz que da un aire a\u00fan m\u00e1s misterioso a la campi\u00f1a francesa del departamento del Aude donde se enclavan el pico Bugarach, el m\u00edstico Rennes Le Chateau y la energ\u00e9tica Rennes Les Baines.<\/p>\n\n\n\n Bugarach, la tierra, y Rennes Les Baines, las aguas<\/strong><\/p>\n\n\n\n Subir al pico Bugarach es una actividad propia del aficionado al senderismo, porque sus 1.230 metros requiere m\u00e1s de hora y media de ascenso y otras tantas de bajada. No era nuestra intenci\u00f3n llegar a la cima, sino conocer de cerca una de las monta\u00f1as m\u00e1s esot\u00e9ricas del planeta y dejarnos llevar por su m\u00edstica energ\u00eda.<\/p>\n\n\n\n En mi anterior viaje al sur de Francia, el Bugarach qued\u00f3 fuera de la ruta, as\u00ed que esta iba a ser mi primera experiencia en el antiguo volc\u00e1n que, seg\u00fan la leyenda de la zona, custodia el gran tesoro de los templarios. Quiz\u00e1s por ser la primera vez, esta vivencia fue la que m\u00e1s marc\u00f3 a mi alma en este hermoso peregrinaje.<\/p>\n\n\n Hab\u00eda o\u00eddo y le\u00eddo todo lo relacionado con el Bugarach: que es puerta al mundo intraterreno de Agartha, que tiene v\u00f3rtices y portales que comunican con otras dimensiones, que representa la uni\u00f3n de las energ\u00edas femeninas y masculinas, pero a m\u00ed, que sigo el Camino de la conciencia cr\u00edstica, lo que me mov\u00eda hacia \u00e9l era su relaci\u00f3n con la comunidad esenia y albergar la ciudad et\u00e9rica de la luz dorada de Yeshua y Mar\u00eda Magdalena.<\/p>\n\n\n\n En el sendero donde se inicia una de las v\u00edas de ascenso, decidimos subir hasta donde lleg\u00e1ramos. Es accesible con facilidad, de hecho, nos encontramos familias con ni\u00f1os que emprend\u00edan la subida con determinaci\u00f3n. Nada m\u00e1s emprender el ascenso, nos embarg\u00f3 una sensaci\u00f3n de profunda paz y alegr\u00eda. <\/p>\n\n\n Todo alrededor era de una belleza inconmensurable. Prados florecidos, \u00e1rboles muy antiguos, piedras con s\u00edmbolos de geometr\u00eda en la roca y el bosque que flanquea el camino hacia la cumbre…, un bosque de hayas, robles, abetos y \u201cboixos\u201d que te va llevando, envuelto en su sutil energ\u00eda, en volandas hacia la cumbre. Al menos, as\u00ed lo sent\u00ed yo. La frecuencia oro rub\u00ed me rode\u00f3 desde el principio y de ah\u00ed surgi\u00f3 un c\u00e1ntico dedicado a Anna Mariam, la matriarca y gran maestra esenia de la peque\u00f1a comunidad que hace mucho residi\u00f3 en las faldas de la monta\u00f1a.<\/p>\n\n\n Cuando empez\u00f3 a llover decid\u00ed no seguir el ascenso. No ten\u00eda la necesidad de llegar al pico, pese a las maravillosas vistas de 360 grados que pueden disfrutarse desde este macizo de Corbi\u00e9res. El descenso ten\u00eda que hacerse con sumo cuidado porque las piedras resbalaban, as\u00ed que puse mucha atenci\u00f3n en cada paso y en cada recodo del camino. La intuici\u00f3n de mi pareja le hab\u00eda llevado a apartarse en la bajada hacia un saliente, y all\u00ed, nos deleitamos con la enrome cueva de profundos agujeros que se present\u00f3 ante nosotros. De nuevo, el Sagrado Femenino haci\u00e9ndose presente.<\/p>\n\n\n Desde all\u00ed, contempl\u00e9 extasiada el valle y la meseta.<\/p>\n\n\n Mientras bajaba distingu\u00ed una manada de caballos que pastaba cerca, as\u00ed que decid\u00ed acercarme a ella para sentir la pureza de los hermanitos equinos. El prado que los rodeaba estaba cercado por florecidos arbustos de espinos blancos, una especie que me volvi\u00f3 a conectar con la familia esenia. El espino blanco es un guardi\u00e1n protector, es el \u00e1rbol de las hadas y tiene la inmensa misi\u00f3n de ser una planta portal al Yo Superior. Sentada delante de un magn\u00edfico ejemplar enton\u00e9 una suave melod\u00eda.<\/p>\n\n\n Tras el almuerzo campestre a los pies del Bugarach, tomamos rumbo a nuestro siguiente destino: la fuente donde bautizaba Mar\u00eda Magdalena, en las afueras de Rennes Les Baines. Se la conoce como Le Benitier, el lugar donde se unen el r\u00edo salado llamado La Sals y el r\u00edo la Blanchette, que nace en las monta\u00f1as del Bugarach. No est\u00e1 se\u00f1alado, pero no ten\u00edamos ninguna duda de que la maestra nos guiar\u00eda hasta all\u00ed. Era el momento de hacer nuestra iniciaci\u00f3n a trav\u00e9s del agua.<\/p>\n\n\n Todo era dorado, el agua, la luz, la arena…Cruzamos el torrente descalzas y pisando con mucho cuidado sobre el lecho del r\u00edo para llegar al otro lado, donde otro rinc\u00f3n m\u00e1gico nos esperaba. Tras una enorme y antigua haya, un peque\u00f1o banco de piedra se situaba frente a un peque\u00f1o chorro de agua que ca\u00eda sobre la tierra h\u00fameda y naranja. Tal es la concentraci\u00f3n de hierro en este manantial, que todo tiene ese color. <\/p>\n\n\n Pisando sobre esa tierra encharcada, Mar\u00eda Magdalena nos dio la bienvenida a lo que llam\u00f3 \u201csu santuario\u201d, y nos invit\u00f3, despu\u00e9s de colocarnos, a mi amada hermana mayor y a m\u00ed, \u201cel manto de la rosa\u201d, a volver al lecho del r\u00edo para \u201cbeber el agua para integrar su frecuencia\u201d. No es posible trasladar la emoci\u00f3n de nuestros corazones en esos momentos, pero completamente decididas a seguir sus instrucciones volvimos a introducirnos con mucha cautela en el agua y, cada una, de manos de la otra, nos entregamos a la bendici\u00f3n de su frecuencia a trav\u00e9s del l\u00edquido elemento.<\/p>\n\n\n Este fue el primer regalo otorgado. El segundo llegar\u00eda al d\u00eda siguiente en Rennes Le Chateau.<\/p>\n\n\n\n Pero a\u00fan quedaba tarde por delante, as\u00ed que nos dirigimos a otro espacio fascinante: la Fontaine des Amours. A solo unos minutos de distancia en coche, descubrimos estas piscinas naturales creadas por las rocas y cuya energ\u00eda invita a la meditaci\u00f3n. De nuevo, serenidad y belleza en torno a los que nos encontramos en el lugar. El agua, absolutamente helada, no invitaba a un ba\u00f1o, pero s\u00ed a la contemplaci\u00f3n.<\/p>\n\n\n Ese fue el d\u00eda de las aguas, porque todo en Rennes Les Baines habla de ellas. Sus termas son muy famosas y visitadas, as\u00ed que nos dirigimos al pueblo para verlas. Recorrimos un bonito paseo al lado del r\u00edo hasta el chorro caliente de la zona termal. Justo unos metros antes, y frente a una enorme roca plana que interrumpe el fluir del agua, un nuevo y poderoso v\u00f3rtice nos sorprend\u00eda. El c\u00f3digo que me lleg\u00f3: intrascendencia.<\/p>\n\n\n A\u00fan quedaba un poco de luz vespertina cuando aparcamos en el parking del castillo de Arques. Es una obra de arte g\u00f3tico del siglo XIII que permanece intacta. Estaba cerrado, pero solo a unos metros de su puerta principal percibimos la intensidad del v\u00f3rtice de energ\u00eda. La puerta est\u00e1 en l\u00ednea recta con la alta torre de m\u00e1s de veinte metros de altura situada en el centro del castillo. Es esa torre la fuente de la energ\u00eda tan poderosa que notamos. <\/p>\n\n\n Todo el recinto, que sufri\u00f3 graves da\u00f1os durante las cruzadas contra los c\u00e1taros, fue construido bajo los principios de geometr\u00eda sagrada. Lo rodeamos y, lo m\u00e1s cerca que pudimos de la torre, realizamos una pr\u00e1ctica de energ\u00eda.<\/p>\n\n\n Arques vine de \u201carca\u201d, y la leyenda de la zona dice que es tierra santa porque fue recept\u00e1culo de la palabra de Yeshua, de las ense\u00f1anzas que Mar\u00eda Magdalena extendi\u00f3 gracias a la escuela que cre\u00f3 y que sirvi\u00f3 como base de operaciones.<\/p>\n\n\n\n El d\u00eda m\u00e1s bello hasta ese momento, con las vivencias m\u00e1s relevantes para mi alma, acababa con la mirada puesta en lo que nos esperaba al d\u00eda siguiente en Rennes Le Chatau.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Termin\u00f3 en Saint Maximin la Sainte Baume el periplo por la Provence. Tras un breve paseo por la calle principal del pueblo, volvimos a la carretera para seguir ruta a la regi\u00f3n m\u00e1s misteriosa del sur de Francia: Occitania – Languedoc. La primera parada fue Carcassone. En esta hermosa ciudad amurallada, cuyo conjunto arquitect\u00f3nico fue … Sigue leyendo La Francia del coraz\u00f3n cr\u00edstico femenino -3\u00aa parte<\/span><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":428,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[1],"tags":[125,126,124,120,123,31,127,22,118,39,119,122,121,53],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/392"}],"collection":[{"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/3"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=392"}],"version-history":[{"count":7,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/392\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":430,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/392\/revisions\/430"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/428"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=392"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=392"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=392"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}![\"\"](\"https:\/\/helena.proyectolanuevatierra.com\/wp-content\/uploads\/2023\/07\/Altar-Iglesia-SN-768x1024.jpg\")
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